Historia de Fez
La fundación de la ciudad es atribuida al rey Idris I, un descendiente del Profeta que hacia el año 791 fijó su capital en el margen derecho del río Fez, que da nombre a la ciudad, en el actual Barrio Andaluz.
Edad Media
Poco después de su primera fundación, hacia el 809, su hijo, Idris II la convirtió en la capital de la dinastía y fijó su residencia al otro lado del río, en la ciudad alta, donde se establecerían los desterrados de Kairuán.
Una revuelta en Córdoba, en el año 818, propició que un gran número de andaluces emigrasen a Fez, y en el 824, otra rebelión en Túnez, concretamente en Kairuán, hizo que Fez acogiese a muchos árabes, raza predominante en la ciudad a partir de entonces.
Durante un tiempo la región fue llamada Hispania Nova.
Aunque Fez fue perdiendo protagonismo en favor de Marrakech, las dinastías almorávides y almohades no la descuidaron. Durante este tiempo se unificaron las dos zonas de la ciudad bajo una única muralla.
En 1250 una nueva dinastía los benimerines, ayudados por Fernando II, conquistaron Fez convirtiéndola en la capital del sultanado. La anterior capital, Marrakech, pasó a un segundo plano.
En 1276 los benimerines crearon un nuevo asentamiento para acoger a su séquito y a los soldados. Surgió así la Médinet el-Beïda, la Ciudad Blanca, denominada poco después como Fez el-Jdid o Fez la Nueva.
A principios del siglo XV, para acoger a los judíos, se levantó en Fez la Nueva un nuevo barrio, la Mellah, para acoger a los judíos de Fez la Vieja.
El sultanato de Abu er-Rabi y el de su sucesor coincidió con la época de mayor esplendor de Fez. Durante los años 1310 al 1330 se construyeron lujosas casas y palacios y se abrieron muchas madrazas. Su universidad, Qarawiyyin, se convirtió en el centro de enseñanza más antiguo del mundo occidental, donde musulmanes y cristianos de toda Europa realizaron sus estudios.
Una revuelta en Fez en 1465 acabó con el último rey benimerin Abd el-Haqq pasando el poder a la dinastía de los Wattasi.
En 1472 Fez se convirtió en la capital del reino watásida, que abarcaba gran parte de la mitad norte de Marruecos y que perduró hasta 1544. Así Marruecos quedó dividido en dos, con una dinastía emergente al sur, los saadíes, y otra al norte, el sultanato watasí.
Cuando Granada es tomada por los Reyes Católicos, en 1492, un gran número de musulmanes y judíos emigraron a Fez obligados por la orden de conversión forzosa al cristianismo.
La historia de Fez sufrió un importante revés cuendo en 1522 Fez sufrió un terremoto que la dejó parcialmente destruida.
En 1544 la ciudad fue conquistada por los Saaditas quienes fijaron la capital en Marrakech abandonando Fez, dejando la ciudad sumida en la anarquía.
Edad Moderna y Contemporánea
En 1833 Mulay Abdallah trasladó la capitalidad de nuevo a Fez, lo que supuso grandes trasformaciones urbanas.
En 1912 la mayor parte de Marruecos pasó a formar parte del protectorado francés y la capital de la nueva colonia se instaló en Rabat. Ésta conservó su estatus tras la independencia en 1956, pasando Fez definitivamente a un tercer plano.
Durante el protectorado francés surgió una nueva ciudad de estilo occidental, Dar Debibag, que es la parte moderna y el centro comercial de la ciudad, conocida con el nombre francés de Ville Nouvelle.
El mismo año de la independencia la población judía desapareció casi por completo de la ciudad, en parte por los motines de la población árabe.
En 1981 Fez fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.